Ya no se esconde la luna de sus miedos y anhelos.
Ya sale a buscarle impaciente.
Ya llega del sur su sonrisa,
que todo lo cura,
que tanto ella siente.
Ay luna brillante de plata,
que otrora brillaras vestida
de un amor reluciente.
Ay luna, que te juzgan y te vigilan,
los mismos ojos
que dicen quererte.
No hay mas plata que la que brilla.
No hay más luna que la que tú sientes.
No hay amor donde antes había,
de oro macizo, una eterna fuente.

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