Y dicen que hablaba con el mar,
que a gritos su nombre le susurraba,
que en cada ola la buscaba.
Pero no sabían que siempre la encontraba,
que siempre respondía a su llamada.
En cada rayo,
en La Luz de su mirada,
en el silencio de la madrugada.
Lejos del ruido,
cerca de su alma.
Allí siempre la encontraba.
No sé qué decirte, siempre me dejas sin palabras… Gracias por lo que escribes
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