«Poder decir adiós es crecer»
Gustavo Cerati
Esta frase ha inspirado este poema. Aunque, de hecho, lo inspira cada día mi intento de ser mejor persona. Aprendo cada día de mis errores, de mi soberbia, de mi inmadurez, de mi falta de voluntad, de mis éxitos, de mi alegría, de mi buen humor, de la sonrisa que me aparece cada mañana al levantarme, de aquello que ocurre cada día en mi vida. Doy gracias por lo que viví y por lo que vivo. Siento el roce del tiempo, la caricia del momento y la esencia de mi vida transitar a destiempo. Me quedó el regalo del amor, mal envuelto, envejecido pero que salió del corazón. Os dejo un poema hecho desde ahí, palpitando letras y pasión.
Como el aire al respirar,
así deberíamos soltar.
Diciendo adiós. Sin sufrir.
Vaciando,
para, luego,
volver a llenar.
Así es de natural.
Como el péndulo
que viene y va,
así deberíamos soltar.
Porque todo se va
y, siempre, ese todo
vuelve a su lugar.
Nunca será igual.
Siempre diferente.
Pero siempre
se vuelve a colocar.
Y recordarás
que el principio era un manantial,
y al final,
aunque duela, debería ser igual.
Debo recordar,
que aquellas flores de primavera,
se caen al ver al otoño llegar.
Que así mudamos también nosotros.
Que aprovechamos el invierno
para ajustarnos la forma,
volver renovados
y llenos de la esencia,
que somos en realidad.
Siendo, somos.
Respirando, oscilando.
Yendo, viniendo.
Soltando,
volviendo a empezar.
Siendo siempre,
lo que siempre somos.
Qué importante es soltar para convertirnos en lo que realmente somos.
Gracias por éste bello poema.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti por leerlo Anita. 😊
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bellisimo!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona