Es de lluvia que están hechos algunos sueños.
De esa lluvia que nos empapa
y nos limpia por dentro,
mientras caminamos mirando al cielo.
Están hechos de miradas profundas,
de intenciones perdidas,
de los besos que damos a nuestros recuerdos,
de las sonrisas que llenan todos los huecos,
de agradecimientos, de risas y versos.
Es con el mar que me sumerjo en todo lo eterno
y se lleva lo superfluo.
Es entre el mar y el cielo que me encuentro.
Es en mi mano que palpitan mis sueños.
Es en mi piel que me reconozco entero.
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