Yo ya he imaginado pasear contigo de la mano.
Ya sé qué se siente al mirarnos a los ojos, sosteniéndonos la mirada. En un café y en cualquier parte, charlando, contándonoslo todo, recorriendo los rincones, cada cicatriz, cada vuelo.
Ya nos hemos confesado tristezas, dolores, miedos y sueños.
Ya he abrazado tu compañía, en silencio, compartiendo preguntas, respuestas, dudas, mirando al mar, sintiéndonos cerca.
Ya sé qué es compartir confesiones, emociones, besos al alma, caricias desde el corazón, emborrachándonos en un mar de palabras y de miradas de complicidad.
Tendrás que silenciarme con un beso, me dijiste. Sólo un beso callará nuestras miradas. Y cuando sostenga tu cara entre mis manos, cuando la alegría me invada al asomarme al balcón de tu sonrisa, tan blanca,… cuando eso ocurra, verás la luna brillar en mis ojos, alumbrando mi alma.
Mientras, el mundo habrá desaparecido y seremos, solo tú y yo, caminando en silencio, de la mano, siendo en cada paso un suspiro de esa noche, de cualquier mañana.
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