Hay épocas en las que me cuesta hasta escribir una «o» y otras en las que escribir me pilla en cualquier sitio. Éste lo escribí como pude en un papel una tarde de verano en un bar junto al mar, cerca de Castellón. Perdí, luego, parte de lo escrito así que quedó un poco del revés. Pero no lo quiero revisar, solo quiero que quede como está. Sin retocar. Me da igual. Es el trozo de un poema que fué un poema a trozos.
Ese fue mi último regalo,
Abrí la mano, pulse la tecla
y te envié ese sueño,
cargado de fe y dedicación,
envuelto para regalo.
Cubierto de mi,
para ti,
lleno de tu vida,
repleto de tu frenesí.
Tu regalo:
mis letras,
brotando de mi,
siempre hacia ti.
Las que siempre habían estado conmigo
y tu me las descubriste a mi.
Que me sirven de consuelo,
de mar,
de infierno y de cielo
y de abrazo,
en el azul infinito
y en el negro más oscuro
cuando ya no estás aquí.
Nos hicimos ese regalo,
una montaña de versos y letras,
cargados de amor.
Cargados de tiempo.
Esos regalos llenaron vidas,
curaron penas
y dieron sentido a amores,
a sueños
y quimeras.
Por eso hoy, comprendí.
Ya me despedí.
Ya deje de buscar
la felicidad,
allí donde la perdí.
Todo eso q s siente, en un momento dado, hace q fluya la inspiración 🙂 Abrazos d luz
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Exacto Mamen. 😊🤗☀️ Todos esos poemas, letras, rimas, desvaríos … solo podrían proceder de nuestros sentimientos, de esas emociones que vivimos y atesoramos a diario.
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