Ese fue mi último regalo,
Abrí la mano, pulse la tecla
y te envié ese sueño,
cargado de fe y dedicación,
envuelto para regalo.
Cubierto de mi,
para ti,
lleno de tu vida,
rebosando a borbotones tu frenesí.
Tu regalo:
mis letras,
brotando de mi,
siempre hacia ti.
Esas que siempre habían estado conmigo
y tu me las regalaste a mi.
Que me sirven de consuelo,
de mar,
de cielo
y de abrazo,
en el infinito azul
y en el negro más oscuro
cuando ya no estás aquí.
Nos hicimos ese regalo,
una montaña de versos y letras,
cargados de amor.
Cargados de más de un año.
Esos regalos que llenan vidas,
curan penas
y dan sentido a amores,
a sueños
y quimeras.
Por eso hoy, comprendí,
que ya me despedí.
Que ya deje de buscar
la felicidad donde la perdí.
© José Luis Afán de Ribera. Septiembre 2016
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