En la zona en la que vivo es muy conocida la gran velocidad a la que circulan las sombras.
Atraviesan impunes grandes distancias, desiertos, mares, cauces y gentes.
Sin dejar rastro.
Sin hacer daño.
Indolentes.
Siempre preceden a la luz o la siguen.
La tratan de tú a tú, sin mezclarse, dependiendo de ella.
La una sin la otra no serían nada.
Son hermanas.
Se conocen.
Se sienten unidas, separadas sin murallas.
En la zona en la que vivo se cuentan muchas historias de sombra y de luz.
Todas son ciertas.
Todas estas sombras viven entre la arena de estas playas, en esta tierra, que las cuidan y las guardan, en uvas, viñas y está hermosa tierra.
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