La sensualidad
de esa curva
es a la luna,
lo que la música
a mi guitarra.
Lo que el agua
a la sed.
Lo que el vino
a la nostalgia.
Tú eres al amor,
lo que una amapola
a la primavera.
Tú eres, mi amor,
lo que la sal a la vida,
el amanecer a las aves,
lo que sienten
al volar por la mañana.
Tú eres,
ese rayo en el cielo,
que apunta al alba,
en la esperanza
de una nueva mañana.
Eres las notas
que traspasan mis manos,
do, sol, fa,
acariciando una nueva balada,
do, sol, la,
que nos mima el alma.
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