En cada piel
hay una capa
de amor no correspondido,
alguna tristeza banal
que ya se ha perdido.
Bajo la piel
viven caricias tatuadas,
pasiones sin moral
y hasta algún motivo
para no desear
ninguna más.
En toda piel
hay luces escondidas
que la erizan,
sombras de noches en vela,
y alguna nota afinada
de un amor acompasado.
La piel siempre recuerda
aquellos hondos olvidos,
los que dejaron vacíos.
Los de aquellas manos
que no volverán jamás.
Más no está triste la piel,
ni la luna llena.
Se renuevan noche y día,
tras la estela
de aquel otoño gris,
y ya solo anhelan primaveras.
Precioso poema y linda imagen. Gracias José Luis 😚😚
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