Las tormentas me han mostrado
la fragilidad del latido.
El sol me recuerda
la calidez de tu mano,
rozando el recuerdo
de aquel día ya perdido.
La calma de este vacío
solo puede dibujarme el amor
que siempre viaja conmigo.
Las tormentas me han mostrado
la fragilidad del latido.
El sol me recuerda
la calidez de tu mano,
rozando el recuerdo
de aquel día ya perdido.
La calma de este vacío
solo puede dibujarme el amor
que siempre viaja conmigo.
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