Cualquier final de abril lleva tu aroma.
Cualquier lluvia me hace sonreír
y pensar en tí,
recordando tu cara empapada,
lavándote la piel y el alma,
mientras me mirabas
con la cabellera mojada
y una sonrisa amplia en la cara.
Recuerdo que yo era feliz viéndote así, feliz.
La lluvia purificadora y limpia.. 🙂
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