Alejas tu barca de mi playa,
para que no se hunda
me dices.
Navegas de noche
para encontrar la ruta.
Sigues estelas blancas y negras,
confusas y empapadas de mar profunda.
Buscas decidida tu destino,
como si el camino
ya tuviera marcas,
como si fuera de plumas.
El faro se yergue firme
en el horizonte,
sin grietas ni fisuras.
Muestra su lado más fuerte,
resiste a la tormenta,
quiere estar ahí siempre,
ya no siente dolores ni amarguras.
Es en la travesía niña, es en el camino
donde encontrarás la ternura
de aquellas caricias
que solo el amor de verdad procura.
Esas que se dan sin pedir nada.
Esas que llenan el universo de las almas puras.
Me encantó.. Tan sentído.. 🙂
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Muchas gracias. Hay mucho sentido en esas palabras amiga. Gracias
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