Remuevo cajas y objetos,
me deshago de todo lo rancio.
Ordeno y desecho,
debe quedar solo lo que quiero.
Ha de quedar como nuevo.
Cómo deseo esa sensación
de arrancar de nuevo.
Limpio,
sin ni un solo trasto viejo.
Lleno de rasguños,
de inseguridades.
No importa.
Marcado por lo pasado
y por lo no vivido.
No pasa nada.
Encendido por lo presente,
animado por la ilusión,
de vivir mirando al frente.
En realidad, solo quiero
un hatillo ligero.
No cargar con piedras,
con lo que no aporta,
con lo que solo sirve
para caminar lento.
Lo que importa no pesa
y lo llevo siempre dentro.
Aprendo cada día a vivir,
a fiarme de lo que siento.
La intuición se explica mejor
que mil lamentos.
Me habla de ti y de mi,
del destello de vivir
en el limite del viento,
saltando las olas,
recorriendo caminos,
soñando cielos.
Solo me llama
lo complicadamente sencillo,
lo sencillamente auténtico.
El corazón en las palabras,
el alma en los sentimientos.
Unas manos unidas por la magia
del lazo que une almas
y corazones hambrientos.
El amor,
que da vida a los días.
Ese que siempre hemos llevado dentro
y que da sentido
a cualquier momento.
Diosssss, qué lindo !!
Tienes q ponerle voz José Luis.
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Buscaré el momento Pilar. Gracias !
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